Aquí se preparan las selecciones de Zulia a los distintos juegos nacionales. Hacen vida más de 500 atletas entre jugadores y vecinos que acuden a a trotar y hacer ejercicios. La delincuencia que duerme y vive ahí lo ha desmantelado y mantiene azotado al escenario deportivo. Al estadio se lo están llevando a pedazos. ¿A quién compete: mantenerlo o arregarlo, Gobernación o gobierno nacional?
Hebert Colina M.
Cochiquera, cuchitril, porqueriza, corraliza, cloaca, chiquero, tugurio, basurero, vertedero, basural: estos y tantos otros sinónimos se los podemos aplicar al estadio de softbol de Cuatricentenario donde entrenan las selecciones de Zulia a los distintos eventos nacionales.
Sí, como lo lee, ese escenario deportivo, inaugurado por el gobernador Oswaldo Álvarez Paz para los Juegos Nacionales Juveniles realizados en Maracaibo en el año 1.991 y que luego fue flamante escenario para los Juegos Centroamericanos del año 1.998 en el gobierno de Francisco Arias Cárdenas dista mucho de lo que fue.
Literalmente, así está hoy día: Las cercas están en el suelo, derribadas y varios metros de su cercado se lo han robado, para entrar a los baños hay que estar preparado porque al sentir el terrible olor es una vomitada segura, las escaleras se están cayendo, los cables se los robaron, los dugout no sirven.
Y lo peor, la delincuencia hace lo que le da la gana en esas instalaciones donde hacen vida más de 500 atletas, aunado a las mujeres, niños y jóvenes del vecindario que todos los días acuden ahi a hacer ejercicios y bailoterapia.
«Nos están atracando a cada rato, la delincuencia duerme y vive aquí, consumen droga, nos tienen azotados», dice Franklin García, presidente de la Asociación de Softbol del estado Zulia.
Un escenario que enferma
El monte cada vez crece más y entrar a este escenario es coger una gripe, el polvo da la biemvenida, en fin, es un escenario que enferma.
«Mis problemas de salud se han acentuado por la preocupación de que nadie le mete la mano a este estadio donde se preparan los atletas del softbol zuliano. Las mujeres no pueden hacer sus necesidades en estos baños, porque sería una enfermedad segura, por eso no practican aquí, pero se han robado todo, lo han desmantelado», apunta García.
García ha perdido la cuenta de cuántas veces ha elevado su preocupación a los organismos deportivos, pero los años pasan y el estadio se deteriora cada día más y nadie le mete la mano, o por lo menos lo visitan para constatar el pésimo estado en el que se encuentra y así gestionar su rehabilitación.
«Es triste y lamentable que esta instalación se encuentre en este estado, un estadio donde se ha preparado el softbol que por seis años fue campeón de manera consecutiva en Juegos Nacionales Juveniles y que, lamentablemente no fue inscrito en la última edición por Hovaldo Caldera, ex director de deportes, porque era mucha gente para una sola medalla, si no, Zulia se hubiera traído su séptimo título. Pero es que nadie, Hebert, gira su mirada al estadio, nadie», enfatiza el presidente del softbol zuliano.
¿Qué están esperando, que se caiga…?
No sabemos a qué nivel de gobierno competa la responsabilidad de arreglarlo o mantenerlo: si al gobierno regional de Manuel Rosales a través de Funidez o al gobierno nacional, pero lo que sí es cierto es que a quien competa se está llevando el odio y perdiendo los votos de la gente que acude ahí diariamente, aunado al del resto de los familiares de estas personas y vecinos.
No sabemos si están esperando a que se caiga o se lo terminen de llevar por partes, pero resulta de muy mal gusto y vergonzoso que nuestros atletas entrenen en condiciones tan inhumanas y como políticos y gobernantes se hagan la vista gorda.
Quizá alguien se conduela. Franklin García no pierde las esperanzas, pero él seguirá, así pierda lo que le queda de vida, luchando porque al estadio de Cuatricentenario lo arreglen para el beneficio del softbol zuliano y sua atletas.
Esperemos a ver quién da el primer paso adelante, pero quien lo vaya a dar sea un paso firme y no paños de agua tibia porque no se quiere eso…
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El Pepazo