Las cenizas de Jeison Onelio León González llegaron el jueves a Maracaibo desde Estados Undios, vía España. El joven murió el 26 de noviembre cuando su auto fue impactado por otro venezolano bajo los efectos del alcohol y hoy está preso en Denver, Colorado donde espera condena. Este viernes a Jeison le ofrecerán una misa en su casa en el barrio Lomitas del Zulia y descansará en un nicho en la Iglesia Santísima Sacramento en La Rotaria.
Hebert Colina M.
Nada más terrible y triste que el llanto desgarrador de una madre…
Lo vivido ayer en la casa de la familia León González, en el barrio Lomitas del Zulia, fue demasiado doloroso al recibir las cenizas de su hijo Jeison González.
«Así no, así no era, mi amor», fue el grito desgarrador entre llantos y con la canción Venezuela de fondo de Yelitza González cuando su esposo, Jeison León, le entregó el jarrón con las cenizas de su hijo muerto luego que un joven, también venezolano y bajo los efectos del licor, impactara su auto contra el que manejaba Jeison el pasado 26 de noviembre en la ciudad de Autora, Denver, Colorado, Estados Unidos.
Las escenas eran muy tristes: los abuelos Eudo y Minerva, su hermano Yahir, familiares, amigos y vecinos se unían también en un llanto solidario hacia el joven Jeison Onelio, el que correteó por las calles del barrio y se ganó el aprecio y el cariño de todos por su gran sensibilidad humana.
El que no lloró, tenía un nudo horroroso en la garganta, otros con los ojos humedecidos y unos cuantos con los pelos de punta miraban para cualquier lado como diciendo: «esto es demasiado duro».
No hay palabras…
Jeison era un joven muy maduro y capaz, desde pequieño se supo conducir, aprendió todo de su padre a quien acompañaba en sus labores como técnico de aire acondicionado y de mecánica y de cualquier maraña que saliera como chofer ahí estaba.
Esos vecinos que estaban cuando recibieron sus cenizas en ese rancho que lo vio nacer hablaban de quien fue y de cómo se comportó ese joven que siempre tenía una sonrisa en sus labios y una gran disposición a ayudar a cualquiera.
Ekmeira González, una matrona del barrio Lomitas del Zulia, expresó entre llantos su gran dolor, lo que fue Jeison, su cariño y el amor que le tenía desde que nació.
«Yo fuí quien le dio el primer baño cuando nació. Desde pequeño se iba para mi casa, cualquier herida, iba para mi casa y me decía: meya curame y me besaba y abrazaba, era un joven muy cariñoso. Su muerte me duele demasiado. Lo ideal de la vida es que los hijos nos entierren, no que los padres entierren a sus hijos, a mí no me ha pasado, pero cómo debe doler», dijo entre llantos la señora Ekmeira quien tuvo una recaída por el impacto de ver a Jeison en una cajita.
Nurcy León no podía creer lo que había pasado con su sobrino jeison. «Esto es increíble, parece mentira, esto es una situación muy dura, es para quien le pase», dijo.
Yuzneidy González, una vecina que conoció a Jeison desde niño y colaboró en las gestiones para poder traerlo desde Estados Unidos, dijo, con un nudo en la garganta, no tener palabras para decir algo.
«Sin palabras, no hay palabras», dijo Yuzneidy.
Jeison León padre, con lágrimas, dice: «Ya regresó Jeison, lo tengo de regreso, no como quería, pero ya está aquí en su casa para homenajearlo y darle descanso eterno y en paz como el se lo merece».
Uno a uno llegaban los vecinos, daban su saludo y le presentaban su saludo a Jeison en un altar que le construyeron para realizarse un servicio y una misa la tarde este viernes a las 6:00 en su casa en el barrio Lomitas del Zulia.
Jeison descansará en un nicho para cenizas en la Iglesia Santísina Sacrameno en La Rotaria.
Una mochila de sueños..
Jeison Onelio González León tenía 27 años cuando se fue en busca de un mejor porvenir. Salió de su casa el 1 de octubre de 2022 con un grupo de amigos y llevaba a cuestas una mochila cargada de un gran paquete de sueños y esperanzas.
Esa noche le dijo a su madre que cuidara de sus dos hijos, que iba en busca de trabajo, que aqui en Venezuela no podía ahorrar para tener una casa, que no habia calidad de vida para sus niños y quería trabajar para mejorar eso y brindarle un mejor futuro a toda la familia.
Se fue a Colombia, de ahí atravezó el tenebroso Tapón de El Darien y así unos cuantos países hasta llegar a México, a Ciudad Juárez específicamente. Ahí vendió comida en la calle, en una zapatería hasta que el 27 de diciembre logró llegar a Estados Unidos donde estaba seguro que alcanzaría a cristalizar uno por uno ese paquete de sueños que cargaba entre sus macundales
«Se fue confiado en que sí podía lograr todo lo que quería y en tan poco tiempo allá se veían los cambios, era al día, muy puntual con las cosas de sus niños, ayudó a todos cuánto pudo a los de la familia. Por eso me siento orgullosa de él», dice entre llanto su adolorida madre.
Al llegar a Aurora, Denver, trabajó de todo hasta que se estableció y de lunes a viernes lo hacía como Uber en un carrito que compró con sus ahorros y los fines de semana en la cocina de un restaurante donde completaba para enviarle a su familia.
Poco a poco iba coronando cada una de sus metas, compró la camioneta de su abuelo para que su padre la arregalara y ponerla a trabajar, a sus hijos les dio de todo y a sus padres, abuelos, hermano y tíos les apoyó sobremanera.
Tanto así que tenía todo planificado: comprar o alquilar un local para montar un taller de reparación y servicio de aires acondicionados con su padre y su hermano Yahir y su regreso sería una sorpresa para los primeros días de diciembre de 2023…
La fatalidad…
No fue así…La muerte, esa enemiga acérrima de la vida, tenía que hacerse presente y ese 26 de noviembre de 2023 será inolvidable para la familia León González porque se les fue un gran hijo, un hijo muy joven, un padre y hermano maravilloso, a quien le arrebataron de la manera más cobarde todos sus sueños. Tenía 28 años.
Ese día se acabó el futuro para dos jóvenes: Su asesino, Jesús Miguel Sánchez, está entre rejas luego de haber sido atrapado en la ciudad de Texas cuando huía y espera condena por haber sido el responsable de impactar con su auto el vehículo donde iba Jeison a trabajar como Uber esa mañana del 26 de noviembre.
Las cenizas de Jeison llegaron el jueves a Maracaibo desde Estados Unidos, vía España y luego a Venezuela y fueron retiradas este viernes por su padre, Jeison León, quien las entregó a su esposa en medio de un gran dolor y llanto.
Por eso, no hay nada más terrible y triste que el llanto desgarrador de una madre…
Ese «así no era» exclamado a todo pulmón por la señora Yelitza González es simplemente un clamor doloroso que explica que esa no era la manera que lo quería de vuelta, pues el pacto era regresar y reencontrarse y criar a los hijos y volver a disfrutarlo y tenerlo entre sus brazos.
Esa que llorará para lo que resta de su vida el no ver jamás a su hjo….
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