Tradicionalmente, la historia de la NBA dice que ganar en Boston es uno de los ejercicios más complicados que existen. La cancha del gran rey del baloncesto, un público entregado y dado a odiar a los rivales, y una franquicia que en la historia tiene episodios -el famoso aire acondicionado ante los Lakers- de hacer la vida imposible al que quiera asaltar su fortín. Y cuando sus Boston Celtics vuelan sobre la cancha, más todavía. No les hace falta nada más y ante los New York Knicks (114-98), en un clásico de la NBA, dejaron claro que su equipo está listo para todo y los demás vivirán una misión imposible cuando pisen el Garden.
12 victorias seguidas en casa, siendo las dos únicas derrotas del curso (Minnesota y Philadelphia) fuera del North End de Boston. Con una base de seis jugadores que mete miedo porque son estrellas y rinden a pleno pulmón. Le tocó liderar a Jayson Tatum, que con 35 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y un 56% en el tiro de campo fue el gran nombre de la noche en la NBA.
Tatum, líder de un equipazo
Tatum está, probablemente, jugando el baloncesto de su vida. Se sabe el líder del equipo y lo dicen sus promedios. Hace 27,7 puntos por noche, el mejor de lo Celtics, 9,2 rebotes, más capturas que nadie y 52% en tiros de campo. A ello suma un 39,5% en triples, tiros que mete más que nadie. Y suma que es el que más balones roba. Un auténtico ‘estrellón’. A los Knicks les hizo daño incalculable, generando sus ventajas desde cualquier lado. En el último cuarto mató el partido tras encontrarle Porzingis en la cabecera.
Los Celtics son, en general, una máquina bien engrasada. Sus tres grandes funcionan, y acompañan con buena sensación los complementos de lujo, Al Horford, Derrick White y Jrue Holiday. Ante los Knicks Jaylen Brown acompañó a Tatum con 22 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias. Y Porzingis se fue a los 21+6 y tres triples, con un balance en cancha de +19 cada vez que el letón la pisaba.
El peor equipo de la NBA
Los Celtics son una pasada para los ‘ojos’ del consumidor, y cuando juega en la misma noche el mayor desastre de la liga se mutiplica todo. Son los Washington Wizards, con 2-8 tras caer por la mínima ante los Toronto Raptors (111-107) y demostrar que con ellos no va lo de competir. Ganaban de 16 a falta de seis minutos, y fabricaron uno de los finales más lamentables que se recuerda: 0 puntos, 0/7 en tiros de campo, 4 pérdidas y 16 puntos permitidos. Perdieron, claro.
Pascal Siakam, líder de los Raptors, les ajustició con 39 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. Anotó la canasta ganadora cuando recibió frente al aro entró hacia dentro y ni dos defensores pudieron parar su suspensión. Toronto quiso ganar, Siakam hizo unos números no antes vistos… y Washington decidió pasar del tema.
Sacramento, un peligro
Con su victoria (132-120) a los Cleveland Cavaliers se confirmó el regreso de los Sacramento Kings a su mejor nivel. El tercer triunfo seguido, récord de 5-4 y una actuación completa de sus mejores jugadores. De’Aaron Fox mandó con 28 puntos, una estrella legítima de la NBA. Keegan Murray acompañó con 25, Huerter hizo seis triples y Domantas Sabonis (23+10+9) estuvo en todo como uno de los jugadores más completos del mundo.
Los Kings no tienen secretos. Juegan rápido y si el acierto está presente son un peligro para cualquiera. Con un porcentaje altísimo desde fuera (20/41 en triples) mataron a los Cavs y vuelven a ser reflejo del equipo que el pasado año casi tumba a los Warriors. Hay una gran noticia en Sacramento. Han vuelto.
Giannis sí, Lillard no…
Duele la comparación con Boston en el otro gran bloque del Este, los Milwaukee Bucks. Vencieron a los Chicago Bulls (118-109), pero están a años luz de lo que demuestra Boston. Porque siguen sin encontrar el rendimiento conjunto a sus dos estrellas, Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard. El griego hizo un partidazo, con 35+11, pero el base estrella no pasó de 12 puntos con un pobrísimo lanzamiento de 3/17 en tiros de campo.
Para ‘Dame’ lo mejor de todo es que el equipo gana y no nota su bajón. Porque es notable. Anota 22,8 puntos de media con 4,3 rebotes y 4,8 asistencias. Sus porcentajes son 37% en tiros de campo, 26% desde el triple y 93% en tiros libres. Nunca había dado tan pocas asistencias y metido tan pocos tiros de campo y triples. Hay un problema en Milwaukee.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo/Marca