Ángel Montiel
Recientemente veía, por las agencias internacionales de noticias, las imágenes de la revuelta popular ocurridas en Cuba.
Era gente famélicas que protestaban por la falta de energía eléctrica, la escases de medicinas y comida.
De forma airada y violenta rechazaban la desnutrición, el estado de postración y pobreza absoluta de 65 años de revolución socialista.
Recordaban los manifestantes la promesa que en el año 2007 el líder de la revolución cubana Raul Castro había ofrecido de producir leche para toda la población, no solo para los niños. “Habrá leche para todos los que quisieran”, dijo.
Desde la llegada de la revolución en 1959 el régimen de los Castro ha racionado el alimento junto con otros productos de la cesta básica.
El hermano de Fidel hacía una promesa de mejorar después de décadas lo que ha sido un sufrimiento eterno de la gente en Cuba.
Por poco tiempo las familias albergaban la esperanza de que les llegaría a sus hogares los litros de leche prometida en una población golpeada por la desnutrición.
Han transcurridos dos décadas y aquella promesa cayó en el olvido.
La celebre “libreta de racionamiento” con escasos productos de muy poca calidad nutritiva se mantiene y cuando se creía que quedaba atrás la pesadilla de la hambruna del llamado “periodo especial” los problemas se han
agudizado.
La caída de los ingresos por concepto del turismo han multiplicado los problemas.
El hambre, los constantes apagones, la escasez de alimentos básicos, los hospitales sin los insumos mas elementales, la falta de gasolina se han sumado a la desesperanza de los cubanos que tienen 65 años escuchando el mismo discurso y la letanía permanente de las “medidas coercitivas” del imperio norteamericano.
Mientras, el anciano dirigente comunista Raúl Castro vive cómodamente mientras vigila de cerca al actual presidente Díaz – Canel quien ha tenido que pedir al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas que envié leche en polvo y alimentos admitiendo el estrepitoso fracaso del experimento castrista revolucionario.
Todas las reformas económicas han resultado inútiles, la aventura socialista cubana ha tocado fondo mientras miles de jóvenes huyen en balsas para llegar a los Estados Unidos la meca para la mayoría de los cubanos que están padeciendo la gran estafa del castrismo socialista.
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El Pepazo
