La alergia, los resfriados y el reflujo gastroesofágico son algunos de los orígenes más frecuentes del picor de garganta. El tratamiento depende de la causa y también hay ciertos remedios que pueden aplicarse cuando la irritación es persistente.
María Sánchez-Monge
Prurito, irritación, cosquilleo, hormigueo… son algunas de las denominaciones alternativas del picor de garganta, un síntoma muy habitual que generalmente se asocia a procesos benignos. No se puede calificar como incapacitante, pero resulta muy molesto y, sobre todo, insidioso. Una vez que aparece, librarse de él no es tarea fácil.
Conocer la causa es el primer paso para atajar el problema y, de paso, descartar que se trate de un signo de una dolencia grave. Lo siguiente es administrar un tratamiento específico, sin descartar la utilización de algunos remedios caseros que pueden ser muy útiles. Pero ¡ojo! no todas las soluciones naturales o tradicionales valen y algunas de ellas pueden resultar contraproducentes.
Por qué pica la garganta
La alergia al polen, que habitualmente provoca rinofaringitis alérgica, es una de las causas más frecuentes del picor de garganta. También puede deberse, entre otros orígenes, a la exposición a irritantes, alergias alimentarias, intolerancia a ciertos medicamentos (como los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina -IECA- para bajar la tensión arterial); infecciones virales o bacterianas, micosis (infección por hongos) orales, deshidratación y reflujo gastroesofágico.
Durante los años más duros de la pandemia de coronavirus, el uso generalizado de la mascarilla produjo una disminución de los síntomas de rinitis, según aprecia Juan Carlos Casado, presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC). “Esta primavera es previsible que se produzca un rebrote”, añade, debido a la mayor exposición de los alérgicos al polen a través de la boca y la nariz.
Entre los síntomas de la alergia al polen se suele aludir, sobre todo, al picor de ojos y nariz, pero el de garganta es igualmente frecuente. “La alergia produce mucha mucosidad”, resalta Casado. Con los resfriados, gripes, Covid-19 y otros cuadros con síntomas catarrales, sucede prácticamente lo mismo: el picor de garganta lo producen tanto los mocos como la irritación causa directamente la infección.
En el reflujo gastroesofágico, el ardor o quemazón asciende desde el estómago hacia la garganta, y ese ácido refluido acaba provocando síntomas como irritación, picor e, incluso, tos.
¿Cómo se trata el picor de garganta?
El tratamiento del picor de garganta depende, según indica Manuel Mozota Núñez, responsable del Grupo de Otorrinolaringología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), de la causa. Entre otras medidas, se basa en “evitar irritantes como el tabaco, picantes y alcohol; tener una correcta hidratación con una ingesta adecuada de agua; evitar los alérgenos que nos producen picor de garganta; evitar el abuso de antiinflamatorios y otros fármacos que puedan estar relacionados; tomar un inhibidor de la bomba de protones (omeprazol u otros) para proteger el estómago y evitar el reflujo gastroesofágico”.
Cuando el picor está causado por una infección, si es vírica -lo más frecuente-, se aconseja “tomar analgésicos y beber abundantes líquidos”. Si es de etiología bacteriana “podríamos tomar antibióticos, que siempre debe recetar el médico”. Cuando se trata de una micosis, puede ser conveniente “tomar un antifúngico y hacer gárgaras con agua y bicarbonato”.
En aquellas situaciones en las que el origen es alérgico, los fármacos antihistamínicos “mejoran la sintomatología y también es muy eficaz la inmunoterapia”, señala Mozota, quien precisa que “hay algunos alérgenos que son estacionales, por lo que los antihistamínicos solo se deben tomar en esa época”.
¿Cuándo acudir al médico?
Mozota aconseja acudir al médico “cuando cambien las características del picor, empeore el caso (para realizar un estudio etiológico) o aparezca dolor (para pautar medicación farmacológica)”, así como cuando se presente “algún síntoma importante, como dificultad respiratoria, fiebre, inflamación o dolor de garganta”.
Casado añade el criterio de duración del picor: “Ante cualquier problema que perdure más de 15 días hay que acudir al médico, y sobre todo si también aparece la ronquera”. En la gran mayoría de los casos no será nada grave, pero hay un porcentaje mínimo de probabilidades de que la suma de síntomas -en este supuesto, afonía más picor- sea un signo de un tumor maligno, sobre todo si el afectado es fumador. Si fuera así, el diagnóstico precoz es crucial para el éxito del tratamiento.
Remedios para el picor de garganta persistente
Para aliviar el picor crónico, según el representante de la SEMG, “se pueden usar remedios naturales, como la hidratación abundante”, es decir, “beber líquidos en pequeña cantidad y de manera frecuente”.
Otros recursos útiles serían “tomar una cucharada de miel con agua para aliviar la irritación de garganta; hacer gárgaras con agua con sal, beber una infusión caliente con agua y miel; y tomar caramelos, que fomenta la salivación y mejora la hidratación”, enumera Mozota.
Sin embargo, el especialista de la Seorl-CCC desaconseja el consumo de miel para eliminar el picor de garganta porque “por sí sola produce también reflujo”. Algo que sucede, igualmente, con los caramelos de menta. En cambio, sí recomienda el consumo de equinácea y de própolis o propóleo.
Otras medidas útiles son las siguientes:
- Evitar la excesiva sequedad del ambiente, para lo que se puede usar un humidificador y conviene ventilar bien las habitaciones.
- No consumir comidas y bebidas muy calientes o muy frías.
- No fumar y evitar los ambientes muy cargados.
- Reducir todo lo posible las comidas picantes y con muchas especias.
- Limitar el consumo de alcohol, café y otros irritantes.
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