Una supernova llamada Luka Doncic ilumina el inicio de la NBA. La competición extraterrestre, esa que vigila al nuevo fenómeno Victor Wembanyama y sigue admirada con la longevidad y competitividad de LeBron James, tiene a su primer monarca de la temporada regular en el canterano del Real Madrid. Tras ganar el choque ante los San Antonio Spurs, Luka repitió medicina en su segundo partido. Destrozó a los Brooklyn Nets con 49 puntos, 9/14 en el triple y una racha de 4 triples seguidos que reventó el partido en su tramo final. Los Dallas Mavericks ganan (125-120) y a Luka no le van a parar esta vez.

A Doncic no se le va a descubrir a ‘estas alturas de la película’. Tiene facilidad en la toma de decisión, como primer generador es excelso y capaz de determinar a los rivales con su tiro tras bote. Y suma algo que otros no tienen: grandeza. Cuando se juegan cosas aparece. Siempre.

¿Dónde están ahora los ‘haters’?

Es injustificable que el talento esloveno tenga ‘haters’. Existen, porque salieron tras su pésimo final de pasado curso. Luka trabaja. Ante los Nets se fue a 49 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, una carta de presentación tremenda. Y sin ninguna pérdida de balón, cosa fundamental en un jugador con tantísima producción ofensiva. Super nova.

Su gran acción fue en el último medio minuto. Empatan a 120 y Doncic no consigue salir del bote con ventaja. Se la pasa a Kleber, que la devuelve. Doncic, entonces, lanza a la media vuelta y de forma imposible. Entra y gana el partido. «Trabajé en ese tiro», contó después. Casi nada.

Trabajé en ese tiro

Luka Doncic

Wembanyama no es real

Victor Wembanyama mejoró mucho respecto a su debut con los Spurs. 21 puntos, 12 rebotes y fatal (0/9) desde el triple en la victoria por 126-122 del equipo de San Antonio a los Rockets. El galo ya evidencia que es una fuerza de la naturaleza y destacó con mates tremendos. Su forma de moverse, cómo es capaz de sacar el aro pasado de la nada y la violencia con la que finaliza deja atónito a la gente.

Su final de partido muestra cosas interesantes. Ágil en la defensa, capaz de taponar y salir como un tiro hacia el aro contrario para definir. Es una de sus cualidades. La velocidad para idear una buena defensa, adaptado a cualquier par y sin color cuando se trata de finalizar. Buen Wemby. Ha llegado.

Stephen Curry está preparado

Doncic, Wembanyama… y Curry. ‘Don Stephen’ sabe que su temporada tendrá mucha carga de minutos y responsabilidad, pero si algo define al cuatro veces campeón es que acepta y brilla. Terminó con 41 puntos en el súper partido (114-122) que los Golden State Warriors sacaron a los Sacramento Kings. Digno de Playoffs. Curry cambió el devenir del encuentro con un acierto descomunal: 41 puntos, 7/10 en triples, 7/9 en tiros de dos y 6/6 desde la personal.

Con su triple decisivo dentro del minuto final fija 173 en el tiempo denominado como ‘clutch’. Único, imposible e increíble. Su grandeza no tiene fin y los Warriors ponen su primer triunfo fuera de casa. Algo que el pasado curso les costó sangre, sudor y lágrimas, y logran pronto. Equipo que nunca jamás puedes descartar.

¿Cómo se supone que van a parar a Celtics y Nuggets?

Los Celtics meten miedo. Tumbaron a Miami Heat en la reedición de la última final del Este (119-111) con Derrick White (28 puntos y 6 rebotes) propulsando a la máquina verde. Les falta un suplente importante desde el banquillo, su único detalle para acompañar a Tatum y Brown (22 y 27 puntos, respectivamente) y un Holiday que va ganando sitio. Miedo.

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