Theoscar Mogollón González
Noches como la de este lunes, 19 de junio, quedarán marcadas en la historia del beisbol. Por tercera ocasión en el mes, Luis Arráez repartió batazos a más no poder para irse de 5-5 y, de esa manera, llevar a .400 su promedio al bate nuevamente.
Tras el encuentro, el segunda base de los Marlins de Miami respondió algunas preguntas a los medios de prensa. «Contento en lo personal, porque me fui de 5-5. El equipo está haciendo el trabajo, estamos todos unidos. Esa ha sido la clave de todo. Seguir confiando en nosotros mismos», comentó.
En una nueva jornada en el LoanDepot Park, los aficionados volvieron a estar presentes para apoyar al equipo. «Eso es lo que queremos, que los fanáticos vengan a apoyarnos, porque nosotros venimos acá a hacer nuestro trabajo. El día que fallemos espero que nos sigan apoyando, porque ellos saben que nosotros estamos acá para dar el 1000%», señaló el nacido en San Felipe.
Previo a su quinto turno de la noche, el público se colocó de pie para ovacionarlo en uno de los momentos más emotivos de la jornada. «Es algo grande. Se me pararon los pelos y tuve que tomar un respiro grande. Pude temblar un poquito, no del miedo sino de la emoción, y creo que eso me ayudó a conectar un hit. Le doy gracias a todos los fanáticos que me han venido apoyando», agregó Arráez entre risas.
Justamente, en la temporada pasada el criollo vivió un escenario similar, cuando los fanáticos de los Mellizos de Minnesota lo ovacionaron con el grito de MVP. «El año pasado lo presencié también. En Minnesota me hicieron lo mismo y es algo grande. Nosotros trabajamos duro es para esto, para darle esa felicidad tanto a nuestra familia como a los fanáticos. Estoy agradecido con Dios con todo lo que me está pasando», sostuvo.
Ante su hazaña de este lunes, Arráez se acerca a una marca a la que solo cuatro peloteros han logrado en la historia de las Mayores. «Ni siquiera lo sabía. Yo vengo aquí a dar lo mejor todos los días, así me sienta mal yo salgo al terreno de juego a darlo todo. Creo que Dios me está recompensando, ya que yo me he fajado. No me queda de otra que seguir trabajando», apuntó el infielder de los Marlins.
Por último, Arraéz le mandó un mensaje a Ender Inciarte, el último venezolano que conectó cinco imparables en tres juegos de las Grandes Ligas. «Ender ahora me toca a mí. Seguiré fajado. Gracias por esa apoyo, bendiciones para ti y tu familia», cerró el criollo con mucha emoción.
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El Pepazo/Meridiano