Los amores de juventud no siempre salen bien. Llegan rupturas por todo tipo de razones que parecen separar definitivamente a la pareja. Sin embargo, en ocasiones se viven historias más propias de película que de la vida misma.
Se conocieron cuando Silvia tenía 14 años y Kike 19. Ambos pertenecían a la misma localidad, Aristóbulo del Valle, en la provincia argentina de Misiones. Tuvieron una relación durante unos pocos meses, pero las discusiones y algunos hechos repentinos.
Él le dejó plantada en varias ocasiones sin motivos aparentes, por lo que se dejaron de hablar. Silvia se quedó bastante triste y se mudó a otra ciudad con sus tíos, hasta donde se desplazó dos años después Kike. Allí se reconciliaron, pero más tarde él volvió a desaparecer inesperadamente tras romperse una pierna. Mientras tanto, ella no dejó de esperarle en el mismo banco.
Con el paso del tiempo, Kike se casó y ella, al enterarse, rehizo su vida formando una familia, sin olvidarse de él. «Conservé nuestra única fotografía juntos como un tesoro, la miraba siempre, la pegué en mi álbum familiar, recordaba mucho nuestro noviazgo», dijo en un programa de televisión.
En 2021, cuando ambos ya se habían divorciado de sus respectivas parejas, se reencontraron en el cumpleaños de un amigo en común.
«Todas mis emociones guardadas y reprimidas durante 40 años afloraron, mi alma volvió a vibrar, mi corazón a latir aceleradamente, me emocioné mucho», confiesa Silvia, que sentía que su vida ya «estaba completa». Tras ese día, retomaron su amor de la juventud.
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El Pepazo/20 Minutos
